Extraño, cada vez que entro me encuentro con nuevos comentarios y eso que yo pensaba que esto no lo leía ni dios...
Bien, año nuevo, vida nueva: Es hora de dejar atrás todo lo ocurrido en el 2009: Los malos momentos, los engaños, los errores y mirar hacía delante. Sí, ¿Quién me lo iba a decir? Con optimismo. Últimamente estoy demasiado optimista para lo que yo soy. Y es que en este año (el año que hemos dejado atrás) he aprendido demasiadas cosas y, aunque lo haya pasado mal de toda mala experiencia de aprende, ¿no? Empiezo el 2010 con 19 años, embarcada en una nueva relación que está empezando aún y que está entre el "me gustas" y el "estoy enamorada de ti", con un futuro incierto en cuanto a estudios pero con ganas de cambiarlo de una vez. Ahhh, y ¡Con cámara nueva! Réflex, además:

Cambiando de tema, porque tengo la sensación de que siempre me repito y hablo de mis tristezas (y este no es un blog emo, amigos) así que hablemos de la ilusión: Esta noche vienen los Reyes Magos. Bien, creo que con 19 años poca edad tengo ya para acostarme y pasarme toda la noche en vela esperando a que amanezca para despertar a mis padres a las ocho de la mañana para abrir los regalos. Pero claro, eso es lo que hacía cuando era pequeña y, ¿Qué queréis que os diga? Me hacía tremendamente feliz. Y lo que me hacía más feliz de todo no eran los regalos, no, porque a los pocos días éstos dejaban de ser "la novedad" y ya los trataba como los otros. Lo que me hacía feliz era el día 5 ir a ver la cabalgata y, durante toda la noche esperar ansiosa a que llegara el día 6. El auténtico regalo era ese: la espera más que el momento cumbre de los Reyes en sí.
Así que esta noche me quedo sin ilusión y sin nada. Va a ser una noche normal. En fin...
Bien, año nuevo, vida nueva: Es hora de dejar atrás todo lo ocurrido en el 2009: Los malos momentos, los engaños, los errores y mirar hacía delante. Sí, ¿Quién me lo iba a decir? Con optimismo. Últimamente estoy demasiado optimista para lo que yo soy. Y es que en este año (el año que hemos dejado atrás) he aprendido demasiadas cosas y, aunque lo haya pasado mal de toda mala experiencia de aprende, ¿no? Empiezo el 2010 con 19 años, embarcada en una nueva relación que está empezando aún y que está entre el "me gustas" y el "estoy enamorada de ti", con un futuro incierto en cuanto a estudios pero con ganas de cambiarlo de una vez. Ahhh, y ¡Con cámara nueva! Réflex, además:

Cambiando de tema, porque tengo la sensación de que siempre me repito y hablo de mis tristezas (y este no es un blog emo, amigos) así que hablemos de la ilusión: Esta noche vienen los Reyes Magos. Bien, creo que con 19 años poca edad tengo ya para acostarme y pasarme toda la noche en vela esperando a que amanezca para despertar a mis padres a las ocho de la mañana para abrir los regalos. Pero claro, eso es lo que hacía cuando era pequeña y, ¿Qué queréis que os diga? Me hacía tremendamente feliz. Y lo que me hacía más feliz de todo no eran los regalos, no, porque a los pocos días éstos dejaban de ser "la novedad" y ya los trataba como los otros. Lo que me hacía feliz era el día 5 ir a ver la cabalgata y, durante toda la noche esperar ansiosa a que llegara el día 6. El auténtico regalo era ese: la espera más que el momento cumbre de los Reyes en sí.
Así que esta noche me quedo sin ilusión y sin nada. Va a ser una noche normal. En fin...